El cuerpo soporta menos peso en el agua, lo que reduce la carga en las articulaciones y permite que el ejercicio sea mas cómodo para el paciente, esta demostrado que cuando subimos el nivel del agua hasta la cadera el paciente solo soporta el 38% de su peso con lo cual el arco de movimiento articular (ROM) aumenta, de este modo y poco a poco mejoramos la movilidad de la articulación con la hidroterapia.
La resistencia que ejerce el agua es útil para el fortalecimiento de los músculos y el entrenamiento cardio vascular.
Con la cinta subacuática podemos controlar la velocidad a la que necesitamos que el paciente camine, de este modo el ejercicio será controlado al 100%. En la piscina común esto no es posible porque los animales nadan por supervivencia y cuando se sumergen en el agua el moviendo de sus extremidades es corto y rápido para no hundirse, haciendo así imposible de controlar el moviendo y evitar que las lesiones vayan a más.

La presión del agua puede reducir la inflación y el edema.
Cuando hay dolor por contracturas, artrosis u otras patologías si forzamos el movimientos es claramente perjudicial para el paciente. Por lo tanto preferimos trabajar con la CTSA, ya que el tratamiento será mas adecuado en cada uno de los casos
Los efectos de estabilización y flotabilidad del agua permiten realizar ejercicios que no se pueden hacer en tierra. Muchos pacientes que padecen de una parálisis, van recuperando poco a poco la movilidad fuerza y equilibrio y gracias a la CTSA podemos ir bajando el nivel del agua para que cargue su peso paulatinamente y así recupera la marcha.
Está indicado:
- Tras cirugías ortopédicas, fracturas, luxaciones, rotura de ligamentos, osteopcondrisis disecante, artroplastia de CAEEA, artrodesis…
- Tras lesiones neurológicas, hernias, polineuropatías, pedifericasm ablusion plexo braquial, woobler, milopatia degenerativa.
- Para el fortalecimiento de los músculos y mejora del funcionamiento de las articulaciones, artrosis, atrofias, displasia.
